¿Qué tan honestos somos como país? ¿Con cuánta facilidad aceptamos el fraude? ¿Cómo percibimos temas de violencia, acoso sexual, soborno o credibilidad?
La organización AMITAI publicó su informe «Tendencias de Honestidad en Latinoamérica 2019» que recoge y analiza los resultados de encuestas hechas a 251.537 personas económicamente activas de 10 países de la región, incluidas 1.170 de Costa Rica.
«El objetivo de este estudio es analizar con detalle esas tendencias y cambios conductuales en dimensiones de honestidad que se presentan en las personas, cómo y por qué las justificamos, y por qué nos hacen más propensos a tolerarlas y a involucrarnos en ellas», afirma su director, Fernando Senties.
Los resultados colocan a Costa Rica en una posición, podría llamarse, honrosa, al destacarse por tener los menores porcentajes de justificación de actos deshonestos, especialmente en la dimensión de Respeto al Orden Social.
En estos tiempos de turbulencia política en el país y acalorados cuestionamientos a la institucionalidad y a la legitimidad de ciertos sectores, este informe debe ser de lectura obligatoria y adicionarle una alta dosis de criticidad y apertura mental con el propósito de recobrar valores patrios que nos han diferenciado de otras sociedades y han fortalecido los pilares democráticos.